“El cambio climático ya está aquí y es aterrador. Esto es solo el comienzo: niños arrastrados por las lluvias del monzón, familias huyendo de las llamas, trabajadores desplomándose por el intenso calor… Estamos en la era de la ebullición global” dijo el jefe de la ONU António Guterres.
Establezca lazos de solidaridad con diócesis directamente afectadas por el cambio climáticoEn el día más caluroso jamás registrado, las temperaturas en julio rompieron récords globales. Lo más preocupante de esta rápida aceleración del cambio climático es que estamos llegando a límites críticos.
A medida que grandes extensiones de bosques se queman, liberan enormes cantidades de dióxido de carbono a la atmósfera. Partes de la selva amazónica ahora emiten más dióxido de carbono del que absorben, contribuyendo así al aumento de las temperaturas y al incremento en el número de incendios, lo que representa un peligroso punto de inflexión.
Tanto en el Polo Norte como en el Polo Sur, el hielo y la nieve funcionan como un espejo, reflejando los rayos del sol de vuelta al espacio. A medida que se derrite la capa de hielo, se expone el agua oscura, que absorbe el calor. Se alcanza otro punto de inflexión peligroso cuando océanos más cálidos derriten cada vez más hielo, revelando más agua oscura, hasta que el fenómeno se vuelve irreversible.
¿Ya es demasiado tarde? No, pero la ventana de oportunidad se está cerrando rápidamente. Sin embargo, aún hay esperanza para detener el cambio climático.
«Solo nuestras acciones pueden brindarnos la posibilidad de un futuro mejor. La gran piedra de la acción climática no está al pie de una colina empinada con unas pocas personas tratando de empujarla. Ya se encuentra en la cima, impulsada con la ayuda de millones de manos que la dirigen en la dirección correcta. Eso es lo que nos da esperanza. Aunque no avanza lo suficientemente rápido, con cada nueva mano que se une, acelera su paso. Cada acción cuenta… Cada elección cuenta.” Dr Katharine Hayhoe.
Como iglesias, es primordial que tomemos medidas urgentes para el clima ahora mismo. De lo contrario, corremos el riesgo de dejar un futuro oscuro para nuestros vecinos globales y para nuestros descendientes si no logramos detener este ciclo destructivo.
El llamado de Lambeth sobre el desarrollo sostenible y el medio ambiente propone una serie de acciones a considerar:
- Reflexione sobre su enfoque teológico y arrepiéntase de las acciones y doctrinas de dominación. Aprenda tanto de la tradición cristiana como de los pueblos indígenas.
- Reconsidere su vida litúrgica: adopte liturgias de la creación, como la Temporada de la Creación, e incorpore el lamento en sus liturgias.
- Proporcione un espacio para las voces proféticas de jóvenes y mujeres que luchan por la justicia ambiental.
- Infórmese sobre los impactos previstos del cambio climático en su diócesis y apoye a las comunidades para prepararse y recuperarse de desastres.
- Establezca lazos de solidaridad con las diócesis directamente afectadas por el cambio climático.
- Únase a la iniciativa del Bosque de la Comunión.
- Redireccione sus fondos y evite nuevas exploraciones petroleras, priorizando la financiación de energías renovables.
- Comprométase a cambiar su estilo de vida, reduciendo sus viajes, consumo y uso de energía.
- Cada vuelo que se evita, cada panel solar que se instala, cada dólar retirado del sector petrolero, cada oración de lamento pronunciada, cada hogar protegido de las inundaciones y cada joven voz escuchada en espacios de poder, tiene importancia. Cada acción cuenta.
Usted importa. Actúe ya.
Información adicional
Reverenda Dr Rachel Mash – Coordinadora Ambiental Iglesia Anglicana del sur de África (Anglicanos Verdes). Trabaja con el Movimiento Jóvenes Anglicanos Verdes. Colabora con el Movimiento Jóvenes Anglicanos Verdes. Además, es secretaria de la Red Ambiental de la Comunión Anglicana y forma parte del comité directivo de la «Temporada de la Creación».
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