Medio ambiente: Plantación de árboles y oración en África

La Comunión Anglicana tiene un papel especial y poderoso que desempeñar en la lucha contra el cambio climático. Como organismo global y conectado con una identidad compartida que trasciende las fronteras nacionales, sus miembros tienen un rol en cada etapa de la historia del cambio climático, desde tomar parte en las comunidades afectadas por las catástrofes y dar una respuesta de ayuda, hasta ser influenciadores para quienes contaminan y políticos poderosos. Es local y global. Los miembros de las iglesias de la Comunión Anglicana contribuyen tanto al problema como a la solución del cambio climático. La iglesia trabaja por el cambio haciendo campañas y actuando por la justicia climática con una serie de iniciativas.

En África central, la iglesia anglicana ha desempeñado un papel fundamental en la plantación de árboles para luchar contra la desertificación y compensar las emisiones nocivas.

Rachel Mash es la coordinadora de Medio Ambiente de Green Anglicans, que es la red medioambiental de la Iglesia Anglicana del Sur de África, que incluye Sudáfrica, Eswatini, Lesotho, Namibia, Angola y Mozambique. Dijo que se siente motivada por todo lo que las iglesias están haciendo en África central.

«La gente está viendo formas muy prácticas de marcar la diferencia, de restaurar los ecosistemas», dijo Rachel. «El principal reto es que aunque a la gente le gusta plantar árboles en ocasiones especiales, como la visita de un/a obispo/a o la construcción de un nuevo edificio, acaban olvidándose de ellos y los árboles mueren, así que el objetivo es conseguir que la gente se apropie de los árboles, para que terminen de crecer. Tenemos que avanzar de plantar árboles a cultivarlos».

Vincular el cultivo de árboles a ocasiones de la vida, como bodas y funerales, ha sido el objetivo de la iglesia anglicana de Malawi, donde los/as obispos/as anglicanos/as acordaron integrar la protección del medio ambiente en la liturgia de la iglesia.

Lo que hacen en Malawi, explicó Rachel, es «un funeral, un árbol; un bautismo, un árbol». Muchos/as obispos/as dicen que cada niño/a que se confirma debe plantar un árbol. Cuando hay un funeral, tenemos un árbol conmemorativo que representa el recuerdo de alguien que ha fallecido. Esto fue algo apaciguador para la gente durante las olas de COVID ya que no podían asistir a los funerales.

«Las personas plantaban árboles conmemorativos en memoria de alguien que había fallecido, dado que no podían ir a su funeral. La vinculación de nuestros rituales con la plantación de árboles significa que esos árboles no sólo serán plantados, sino que serán cuidados, regados, nutridos y que crecerán porque significan algo para las personas, ya sea el bautismo de un bebé o un recuerdo de alguien de la familia».

Rachel cree que «los árboles son para la sanación de las naciones», lo que se puede demostrar tangiblemente, ya que ayudan a reducir las emisiones de carbono al absorber los gases tóxicos mediante sus hojas y ayudan a reducir el calor extremo en las zonas urbanas. Dijo que también retienen el suelo en zonas propensas a las inundaciones, resolviendo algunos de los problemas del cambio climático mediante la mitigación y la adaptación.

En Mozambique, donde la deforestación es un gran problema que aumenta el riesgo de inundaciones devastadoras que arrasan la tierra, la iglesia también está plantando árboles para evitar las inundaciones. Rachel dijo que el problema es que la gente acaba cortándolos para obtener combustible, por lo que la iglesia está ahora plantando anacardos, para que los árboles tengan otro valor, y disuadir a las personas de cortarlos para obtener carbón.

En la ciudad de Nairobi, la zona protegida del bosque urbano de Karura, bastante degradada en los últimos años, se ha convertido en un foco de acción para la Iglesia. La Iglesia Anglicana de Kenia ha adoptado 3.000 hectáreas y pretende plantar 30.000 árboles en los próximos años.

Rachel explicó: «Les preocupaba cómo cuidar y regar los árboles después de plantarlos, así que se les ocurrió una gran idea. Su política es hacer paseos de oración en el bosque y todos los que van a un paseo de oración, deben llevar agua con ellos. Luego, como parte del paseo de oración, riegan los árboles».

Ante la plantación de árboles con el paseo de oración por el bosque, el obispo adjunto de la diócesis de Todos los Santos de Nairobi, el reverendo profesor Joseph Galgalo, que también es vicerrector del St Paul’s Theological College de Limeru, dijo: «No podemos disfrutar de la plenitud de la vida si destruimos el medio ambiente con el que Dios nos ha bendecido. Cada uno de nosotros tiene la responsabilidad de contribuir a su conservación».

El departamento de bosques está fomentando la colaboración con la iglesia e invitó al arzobispo de Kenia, el reverendo Jackson Ole Sapit, a ser capellán jefe de los capellanes del equipo forestal.

Final

Pies de foto:

Malawi:
1. Archidiácono de Lilongwe Norte dirigiendo a los feligreses de la parroquia de Dowa
2. Obispo Brighton Vita Malawi, de la diócesis anglicana de Upper Shire, plantando un árbol frutal.
3. Campaña «Un árbol, un matrimonio sagrado»: una pareja plantando un árbol el día de su boda.
4. Campaña «Un árbol, un matrimonio sagrado»: una pareja plantando un árbol el día de su boda.

Kenia:
5. Obispo Asistente de la Diócesis de Todos los Santos, Nairobi, reverendo profesor Joseph Galgalo.
6. Obispo Joseph plantando árboles en el bosque urbano de Karura, en Nairobi.
7. Obispo Joseph con Rachel Mash (en el centro, a la izquierda) durante un paseo de oración y plantación de árboles en el bosque de Karura.
8. Obispo plantando árboles con la ayuda del personal de reforestación.
9. Efecto de las inundaciones sin árboles que mantengan el suelo unido.

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