Misión y Evangelización: ¿Cómo se involucra la iglesia activamente en la misión y la evangelización por el mundo?

Las iglesias anglicanas de todo el mundo comparten el objetivo común de proclamar la Buena Nueva del Reino y enseñar, bautizar y nutrir a los nuevos creyentes, lo que forma parte de las cinco marcas de misión de la Comunión. En muchas regiones del mundo, la iglesia está creciendo rápidamente y cada vez están surgiendo más nuevas iglesias. La Iglesia Anglicana de Chile, establecida en 2018, es una de las provincias más nuevas de la Comunión Anglicana. Encabezada por el arzobispo Héctor Tito Zavala Muñoz, la provincia sigue creciendo y tiene un programa de evangelización y plantación de iglesias muy activo. El arzobispo Tito comparte esta experiencia en toda la Comunión Anglicana como uno de los presidentes de la nueva Comisión de Evangelización y Discipulado de la Comunión Anglicana.

Uno de los obispos asistentes de la diócesis de Santiago de Chile, el reverendo Alfredo Cooper, explica que las iglesias de Chile han estado desarrollando nuevos enfoques para llegar a sus comunidades, lo que también ha sido una experiencia de aprendizaje para él.

Dijo que era muy difícil llegar a la clase media de América Latina. Después de haber plantado una iglesia en una de las zonas más pobres de Chile, empezó a dirigir una iglesia anglicana en Las Condes, que era una zona profesional de clase media de la capital de Chile, Santiago. Le pidieron que estableciera un servicio de habla hispana para los lugareños.

«Llamábamos a la puerta de las casas y nadie respondía ni mostraba interés», cuenta. «Empezamos a orar y a clamar a Dios, y nos dio esta idea: plantar iglesias que crezcan sin límites».

Cuando abrieron la iglesia para el primer servicio en español, asistió una mujer que encontró la fe por primera vez ese día. El obispo Alfredo dijo: «Luego trajo a su madre y ella a su vez trajo a otras, y así la iglesia empezó a crecer». En tres años la iglesia había crecido tanto que asistían más de 250 personas nuevas.

Dijo que la iglesia quería tratar de animar a las personas a que invitaran a sus amigos a los grandes eventos y que esos amigos invitaran luego a sus amigos, lo que seguiría provocando un efecto de bola de nieve en el crecimiento de la evangelización.

El obispo Alfredo explicó que, poco a poco, algunas personas se convirtieron en cristianas y crecieron como discípulos, y también se animaron a compartir su fe con familiares y amigos, compañeros de trabajo, amigos de la universidad y vecinos.

«Sin duda, el evangelio se propagó por las relaciones personales», dijo el obispo.

«La iglesia también organizaba eventos especiales durante los fines de semana para las parejas, con comida, música y sorpresas, que disfrutaban tanto que traían a sus amigos y, aunque no se unieran a la iglesia, volvían al siguiente evento y se lo contaban a sus amigos y conocidos, porque querían que ellos también lo experimentaran».

El obispo Alfredo dijo que, poco a poco, empezó a tomar forma una cultura de evangelización.

«Los recién llegados traían gente nueva. Esas personas fueron discipuladas y motivadas para evangelizar y contarle a otros sobre el evangelio».

«También tuve que aprender a conocer nuevos paradigmas de evangelización. Saqué a mi grupo de nuevos líderes a la calle para predicar, pero la gente huía, nadie quería escuchar. Fue un desastre, nadie se acercó».

«Los jóvenes líderes me llevaron a una casa y me dijeron: ‘Sabemos que tienes un buen corazón, te diremos cómo evangelizar’. Pensé, ¿qué saben ellos de eso? Y escuché».

Pasaron unas semanas y el obispo Alfredo y su esposa fueron invitados a una barbacoa evangelizadora.

El obispo Alfredo explicó: «Era una casa grande, había un comediante de televisión contando chistes terribles y mucho vino; me pregunté qué estaban haciendo. Entonces el dueño de la casa dijo: ‘Este es tu momento, ahora es el momento que hemos preparado para que prediques’. Se reunieron y prediqué sobre el arrepentimiento como Jonás».

«A pesar de mis recelos sobre esta metodología, a la mañana siguiente, muchos de los amigos del dueño de la casa estaban en mi iglesia».

«Esto demuestra que el verdadero acto de evangelización es de persona a persona, de amigo a amigo. Los recién llegados traen gente nueva. En toda América Latina vemos a millones de cristianos predicando a Cristo, porque lo conocen, porque están entusiasmados y porque la iglesia los ayuda a evangelizar.»

Fuente: ‘De un video en el canal de UTube de Educación Teológica en la Comunión Anglicana (TEAC) www.youtube.com/channel/UC-Xb_sdp8Y9guqo72m1-qhg

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Pie de foto:

1. Obispo asistente en la Diócesis de Santiago de Chile, reverendo Alfredo Cooper.

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