Luchando por el perdón y la reconciliación en Canadá

El perdón y la reconciliación son temas con los que todos los miembros de la iglesia anglicana deben lidiar, según la nueva líder de la Iglesia Anglicana de Canadá, la arzobispa Linda Nicholls, quien está convencida de que la Lambeth Conference puede desempeñar un papel importante a la hora de abordar estos temas en el ámbito mundial.

Linda Nicholls fue elegida el verano pasado como primada de la Iglesia Anglicana de Canadá, tomando el relevo del arzobispo Fred Hiltz. Se convirtió en la primera mujer en ocupar este puesto, y en tan solo la segunda mujer en ser primada de la Comunión Anglicana.

Linda Nicholls, quien fue anteriormente obispa de la diócesis de Huron, asistirá este año a su segunda Lambeth Conference.
La arzobispa afirmó: “Apenas había comenzado a trabajar como obispa cuando tuve el privilegio de participar en la Lambeth Conference de 2008. Lo mejor de la conferencia es la oportunidad de conocer a los/las obispos/as de la Comunión para aprender cosas sobre cómo vive la iglesia en lugares de los que no oímos hablar mucho.” Afirmó que el hecho haber escuchado historias de obispos/as de Sudán del Sur que tuvieron que huir de la violencia y luchar por sobrevivir hizo que sus propios problemas parecieran menores en comparación.

Espera que esta Lambeth Conference hable de las experiencias comunes y de las cosas que afectan a toda la Comunión y al mundo entero. Afirmó: “Podemos alzar nuestras voces juntos, porque somos una comunión global y tenemos la oportunidad de actuar sobre el terreno para transformar las vidas de las personas para el bien común… tenemos algunas cosas que decir sobre esas cuestiones que nos afectan a todos.”

La arzobispa se describe a sí misma como una teóloga práctica comprometida a apoyar a las personas que se debaten con cuestiones relacionadas con la fe y con cómo se refleja esto en el terreno, en su vida y en la sociedad.

En los últimos 30 o 40 años, la iglesia canadiense ha experimentado dificultades en su relación con los pueblos indígenas. La arzobispa Linda afirmó: “Parte de dicha relación es enfrentarnos al hecho de que, como parte de la colonización, llegamos y, primero establecimos tratados, pero luego, muy rápidamente, nos apoderamos de sus tierras.”

Añadió, “actualmente tenemos la responsabilidad de trabajar con los pueblos indígenas y con nuestro gobierno para reparar algunas de estas injusticias, porque todavía hay tratados que no se han cumplido y reclamaciones en curso con respecto a los tratados que aun no se han resuelto.”

“La Iglesia Anglicana de Canadá está profundamente comprometida con la sanación y la reconciliación con los pueblos indígenas: estamos trabajando arduamente y caminando junto a los pueblos indígenas dentro de la Iglesia Anglicana de Canadá en materia de sanación y reconciliación, liderados por ellos, no liderados por nosotros.”

Afirmó también que el perdón y la reconciliación fueron fundamentales cuando las personas empezaron a ser conscientes de lo profundamente involucrada que estaba la iglesia en las injusticias perpetradas contra los pueblos indígenas. La disculpa del ex arzobispo Michael Peers fue un recordatorio de que la iglesia tiene que llamar a las personas a Cristo. La arzobispa subrayó: “No obstante, depende de Cristo cómo van a ser llamados y cómo se traducirá esto en el culto; no es nuestro papel reconvertirlos a nuestra imagen colonial, y esto ha hecho que la iglesia pida perdón y afirme que tenemos que trabajar en la reconciliación.”

“Nuestro compromiso es con el perdón y la reconciliación que es posible en Cristo, pero esto requiere altas dosis de vulnerabilidad y humildad por parte de la comunidad no indígena.”

La arzobispa cree que los anglicanos de todo el mundo se enfrentan a problemas similares.
“Todos tenemos partes dentro de nosotros que asumen que tenemos el poder por algo, ya sea por el idioma, la raza, el color, la educación o la economía, y el desequilibrio de poder está en el propio centro de lo que ha sido la colonización: se trató de un desequilibrio de poder; un desequilibrio en la relación, y una suposición de superioridad basada, en nuestro caso, en ser blancos y europeos, pero puede basarse también en muchas otras cosas.”

“Una de las cosas a las que me comprometo con la Iglesia Anglicana de Canadá es a examinar cómo el racismo está profundamente arraigado y a asumir que tenemos que abordarlo.”

Con vistas a la Lambeth Conference, la arzobispa Linda afirmó: “Estoy convencida de la importancia de reunirnos, sentarnos en torno a la misma mesa y escucharnos profundamente unos a otros.

“Creo que la Lambeth Conference es una imagen y un símbolo del tipo de escucha mutua que necesitamos para encontrar una manera de vivir juntos en comunidad, y creo que es un símbolo de lo que necesita el mundo en general.”

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